viernes, 20 de enero de 2012

Ahorrar dinero con la mediación

MEDIACIÓN

El proceso de divorcio puede ser un  asunto costoso. En épocas de incertidumbre económica como la actual, es aún más crucial encontrar maneras de ayudar a reducir la carga del divorcio, tanto la emocional como la económica. Las parejas necesitan cuidar su dinero para empezar una nueva etapa, ya que además de los gastos propios del cambio, cuesta más vivir solo/a, con o sin hijos. Bari Zell Weinberger, abogada norteamericana, aconseja en un reciente artículo para el Huffington Post utilizar la mediación en lugar de pasar por un proceso contencioso , que termine en la sala del tribunal. La mediación siempre ha tenido sentido para muchas parejas, y es aún más atractiva en la difícil economía actual. La manera en la que se lleve el caso tiene consecuencias económicas directas. De este modo, un proceso contencioso que puede durar incluso años suma un largo listado de honorarios de profesionales, que en muchos casos puede ser evitable. La abogada propone en su lugar ahorrarse ese dinero y emplearlo en los hijos o en crear un nuevo hogar  para la nueva etapa de vida.
Weinberger  señala que el divorcio contencioso por lo general no solo cuesta dinero, sino que también consumen tiempo adicional y provoca estrés. Cuando el divorcio se convierte en una batalla, se puede terminar haciendo y diciendo cosas que pueden causar daños irreversibles en las relaciones con el cónyuge y los hijos. El cónyuge en consecuencia podría albergar un gran resentimiento y sacarlo de varias maneras después de haber cerrado el divorcio. Teniendo niños pequeños, ambos progenitores estarán forzosamente vinculados entre sí por algún tiempo y la abogada apunta que si la relación con el/la ex está muy tensa, tendrá un impacto negativo sobre los hijos, y sobre la relación con ellos.
Aunque el proceso de mediación a menudo puede ser mal interpretado, también puede ser una alternativa altamente viable a la batalla contenciosa. No sólo es eficiente y rentable, sino que también ayuda a preservar las relaciones. Weinberger explica que durante la mediación, el mediador facilitará los debates y las negociaciones entre las partes para que, juntos, se pueda llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso. Un buen mediador sabrá transformar emociones negativas y enseñar a las parejas a superar los obstáculos. Esto permite que las partes puedan discutir problemas, preocupaciones y objetivos de una manera no contenciosa. La mediación en el ámbito del divorcio ayuda a fomentar la compasión y la comprensión hacia los puntos de vista de la otra parte. Como resultado, pueden surgir soluciones más creativas y amistosas que se adapte a las necesidades particulares. A diferencia de estar en una sala del tribunal donde el juez tome decisiones por la pareja, el mediador deja que las decisiones sean tomadas por las partes. Cuando se toman decisiones de forma conjunta, las parejas están más en control de su propio destino, y son más propensos a cumplir lo que han pactado. Al integrar la mediación en el divorcio, el proceso no sólo fomenta negociaciones razonables, sino que también crea una base para la cooperación y la confianza entre las dos partes; creando una situación “win-win” en la que todas las partes, adultos y niños, salen ganado.
Bari Zell Weinberger sido abogada de la familia y mediadora durante 12 años y ha sido testigo y ha escrito acerca de cómo la mediación en el ámbito del divorcio contribuye a ayudar a las parejas y familias a preservar sus relaciones y fortalecer su capacidad de co-parentalidad. Además, las parejas también se han ahorrado dinero y lo han podido dedicar a comenzar una nueva vida. Por ello concluye que en la situación económica actual, la mediación tiene más sentido que nunca y anima a los lectores  a informarse más acerca de esta técnica alternativa de resolución de conflictos.

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